Frases como “En España no hay nivel” o “estamos a años luz de aficiones extranjeras” estuvieron incrustadas en el imaginario colectivo de la terrariofilia Española. Quizás por ello muchos aficionados prefirieron apoyar a profesionales foráneos y no a comercios especializados situados a escasos kilómetros de sus viviendas. Aquellas creencias perduraron en el tiempo hasta que un hecho las puso en evidencia; el nacimiento en España del primer Leachianus albino. Un hecho histórico que ensalzó la trayectoria de sus responsables (Harkito reptile) y la labor de todo el sector al que pertenecen.
El hito conseguido por Daniel y Javier Menéndez (Harkito reptile) pudo ser un hecho fortuito pero: “la suerte, para quien la merece”. Porque, cuando Rhacodactylus leachianus eran tan solo dos palabras impronunciables, que parecían no estar relacionadas con la terrariofilia española, Daniel y Javier ya habían iniciado un proyecto serio con aquel gigante de Nueva caledonia y conseguido la cría en cautividad de algunas de sus localidades.

La suerte para quien la merece, sí. Porque mientras las “fases” monopolizaban las aficiones de medio mundo, Daniel y Javier seguían apostando por especies difíciles y desconocidas. Sus éxitos con R. Leachianus, C. ciliatus, R. auriculatus, M. chahoua y E. agricolae, fueron, tan solo, la punta del iceberg. Ya que en 2011, habían conseguido también varias generaciones de Uroplatus henkely, U. sikorae, U. fimbriatus, U. phantasticus y U. finiavana. Resultados que pudieron pasar desapercibidos para los entusiastas de la cría selectiva, pero no para élite de la terrariofilia europea.

La constancia y el compromiso, con la terrariofilia, que Daniel y Javier habían demostrado como aficionados continuaron también en su andadura profesional (2012 – actualidad). Consolidando en Harkito reptile (su comercio especializado) proyectos pasados y consiguiendo a posteriori la reproducción de un sinfín de especies de reptiles y anfibios. Especies como: Heloderma suspectum, Coruzia zebrata, Calumma parsonii, Brachylophus fasciatus, Uromastyx princeps, Aeluroscalabotes felinus o Abronia Taeniata, cuya cría no está extendida en cautividad.

Por lo anterior, que Daniel y Javier consiguieran, en el año 2017, el único ejemplar albino de R. leachianus puede que poco tuviese que ver con la suerte y mucho con su perseverancia y buen hacer. Fuese como fuese, aquel bonito “accidente” (de pupilas rojas) sirvió para que sus continuas aportaciones a la terrariofilia global fuesen también reconocidas dentro de nuestras fronteras.
El desconocimiento de la labor diaria y el de los triunfos de nuestros profesionales puede habernos llevado, equívocamente, a idolatrar a criadores extranjeros. Y por ello, desde Terrario tecnia, queremos poner en valor a nuestros activos, porque conociéndoles y apoyándoles seremos partícipes del crecimiento y mejoría de nuestra terrariofilia.