La ambientación de terrarios y el mantenimiento de reptiles y anfibios han evolucionado mucho en los últimos años. Nuevas tecnologías, nuevos conocimientos, nuevos recursos y, sobre todo, nuevas ganas por parte de aficionados y profesionales lo han hecho posible. Y este último factor es el que me gustaría destacar, porque sin él, el resto flaquea o sirven de poco.

En este sentido, debemos reconocer que imitar el hábitat de una especie, en un terrario, puede ser complicado. Pero siempre podremos colocar elementos naturales similares a los que encontraríamos en sus localizaciones.

Recrear este tipo de ambientes tiene sus ventajas e inconvenientes. La principal desventaja que tiene reside en que su mantenimiento requiere de más constancia, esfuerzo y recursos. Pese a ello, prefiero destacar ventajas como el beneficio que supone para los animales a nivel físico y comportamental. Aprovechando más el volumen total de la instalación, creando diferentes escondites y zonas de asolamiento permitiremos que los inquilinos gocen de muchas más opciones y estímulos. Que visualmente resulta mucho más atractivo es tan obvio que no merece la pena extenderse con ello. ¡Pruébalo tu mismo!

Los principales elementos que utilizaremos para crear terrarios naturalizados o bioactivos serán: ramas, raíces, plantas, fondos y sustratos. Siendo todos, preferentemente, naturales. Aunque con las ramas siempre podemos hacer excepciones.

Algunas de las plantas que más suele utilizarse son los Pothos, Fittonias, Chamaedoreas, Bromeliáceas, Ficus y muchas más. No debemos olvidar que también podemos recrear ambientes más secos con plantas acordes a este tipo de hábitat. Respecto a ramas y raíces suelen utilizarse: corcho, manglar, raíz roja o frutales. Es importante conocer las maderas para saber si soportan altos niveles de humedad si es lo que buscamos.

Debemos tener en cuenta que algunas especies pueden alimentarse con vegetales. En ese caso llevaremos cuidado con la elección de las plantas para no provocar ninguna intoxicación. Algunas de estas plantas (no recomendadas) son las Monstera o los Epipremnum, por lo que las evitaremos en terrarios para especies hervívoras.

Tener en cuenta que la naturaleza no es homogénea. Por lo tanto, nuestros terrarios tampoco deberían serlo. Creando formas irregulares y generando diferentes alturas convertiremos nuestros terrarios en algo mucho más natural. Y para garantizar el éxito, de la misma manera que nos informamos sobre los cuidados de nuestros reptiles y anfibios, buscaremos información sobre las plantas que queremos utilizar para colocarlas en el lugar y del modo adecuado.

Cuando se tiene un terrario plantado debe pulverizarse casi a diario para el correcto desarrollo de las plantas. Esto no quiere decir que encharquemos el terrario. Pero leves lluvias elevarán la humedad permitiendo que las plantas prosperen mucho mejor. Una planta con humedad y sin riego podría llegar a vivir, pero una planta con riego y con baja humedad ambiental difícilmente prosperará.

Me gustaría concluir diciendo que para mi la naturalización de terrarios se ha convertido en algo básico, desde el punto de vista ético en el mantenimiento de especies en cautividad. Resulta esencial para intentar estimular al máximo a nuestros animales y, a estas alturas, ya no vale con pegar un papel en el fondo y utilizar una única cueva lisa.

Y si queremos rizar el rizo, y tener un verdadero ecosistema, podemos convertirlo en bioactivo, pero de eso hablaremos en otra ocasión.

Nutramos de estímulos y opciones a nuestras mascotas aunque ello suponga mucho más esfuerzo para nosotros; sus cuidadores.