El género Dendrobates no causa indiferencia a nadie; ya sea por sus colores vistosos, su comportamiento dinámico o por su apasionante reproducción. Y dentro de este género destaca sin duda la especie Dendrobates tinctorius. Unas ranas de talla grande (capaces de alcanzar los 74 mm los morfos más grandes), activas y descaradas que son una excelente opción tanto para quienes se inician en el hobby como para aficionados avanzados.

El autor de este artículo ha mantenido desde hace más de 15 años diferentes morfos de Dendrobates tinctorius y ha consiguiendo la reproducción de los siguientes; nominat, oyapock, matecho, citronella, yellowback, tumucumaque y azureus. Los anteriores crían bien en parejas, aunque quien escribe estas líneas ha tenido éxito con tríos formados por un macho y dos hembras (con una continua vigilancia a las hembras ya que éstas son bastante territoriales).

Tinctorius citronella,

A continuación se expondrán recomendaciones y experiencias personales con el fin de facilitar la reproducción en cautividad de Dendrobates tinctorius. Cabe destacar que lo que se describe en este escrito no hay que tomarlo como dogma de fe, ya que: “cada maestrillo tiene su librillo”.

En cautividad la reproducción se inicia cuando se dispone de ejemplares sanos (adultos) en terrarios bien acondicionados. Se suele recomendar obtener pequeños grupos, de 4-5 individuos juveniles, que a medio plazo darán lugar a nuestras parejas reproductoras (reintroducir ejemplares a posteriori es complicado, sobretodo en hembras).

Una vez dispongamos de parajes establecidas podrá iniciarse el cortejo. En éste el macho canta (de manera débil y poco molesta) y la hembra le persigue acariciándole suavemente la espalda con las patas delanteras. El cortejo puede durar horas y concluye en la zona de desove; donde la hembra deposita los huevos y el macho los fertiliza. Las puestas son variables, de 4 a 12 huevos (pueden ser mayores pero no es habitual).

Tinctorius azureus en su zona de puestas.

La zona de desove puede estar configurada por casetas de puestas (mitades de cocos) en las que previamente deberemos de haber colocado una placa de Petri, humedecida con unos milímetros de agua (con ello incitaremos a las ranas a reproducirse). Podrían sernos de utilidad también las casetas de plástico, ya diseñadas para este propósito, o envases de carretes fotográficos (a pesar del tamaño que tienen estas ranas se las ingenian para depositar en su interior los huevos).

Una vez realizada la puesta ésta se deja en el terrario 1 ó 2 días y luego se retira y coloca en nuevas placas de petri; con unos milímetros de agua (sin que ésta rebase al huevo). Estos recipientes no han de ser expuestos a luz directa y han de ubicarse en lugares cálidos; con temperaturas entre los 23 y 25 grados centígrados. El color negro del centro y una “gelatina” consistente (la que los recubre) serán indicativos de que los huevos están en buen estado. Cada dos días deberemos comprobar que el agua de las placas no se haya evaporado, si esto sucede añadiremos más con una pipeta. Transcurridas dos semanas, aproximadamente, los renacuajos saldrán del huevo. En ocasiones éstos no consiguen salir por si solos y se les tiene que ayudar cuidadosamente con una aguja de coser.

Huevos con buena apariencia en placas de petri.

Si optamos por no hacer nada, dejando las puestas en el interior de terrario, los padres se encargarán del cuidado de su prole; como ocurre en la naturaleza. En este supuesto (menos exitoso en cautividad) el macho se encargaría de todo. Éste humedecería las puestas y tras la eclosión transportaría, en su espalda, a cada renacuajo a una zona individual con agua (donde completarían su metamorfosis transcurridos 60-75 días).  Pese a que por lo general son caníbales entre ellos el autor ha comprobado que en grandes superficies de agua los renacuajos se toleran sin demasiados incidentes.

Una vez abandonan el huevo se depositan los renacuajos individualmente en vasos de plástico de 1 litro, que rellenamos con agua del grifo (si ésta no es de buena calidad podemos optar por agua de osmosis). Si el agua es de buena calidad no hace falta hacer cambios de agua, tan solo rellenaremos el vaso si ésta se evapora. Si se desea, se pueden añadir al agua taninos insertando en el vaso; hojas de roble, castaño, almendro indio o piñas de aliso. Se debe alimentar a los renacuajos cada 2 días; es importante aportar alimentos que no ensucien mucho el agua para que no se contamine. Para ello podemos utilizar alimento para peces en forma de gránulos de espirulina así como también alimento vivo como larva roja y tubifex.

Recipientes individuales para renacuajos.

Una vez dispongan de extremidades delanteras los renacuajos dejan de alimentarse y será entonces cuando debemos reubicarlos para evitar posibles ahogos. Lo ideal es disponer de terrarios, o tuppers, de 20x20x20  donde éstos puedan acabar su metamorfosis y comiencen a alimentarse. Para los habitáculos anteriores podemos utilizar como sustrato una mezcla entre corteza de pino, spaghnum humedecido, y hojas secas. Con ello conseguiremos mantener la humedad y aportar refugios (las crías suelen esconderse bajo la hojarasca). Por último, en este nuevo habitáculo introduciremos un recipiente con agua, o placa de Petri, con 4 ó 5 ranitas en su interior; de esta manera nos aseguramos que cuando estén listas para abandonar el agua las ranas puedan salir a tierra firme sin dificultades.

T. azureus a punto de abandonar el agua.

Una vez formada la rana suele tardar unos pocos días en alimentarse. Son animales que tienen un metabolismo muy rápido y deberemos prestarles atención diaria para que salgan adelante. Iniciaremos su alimentación con colémbolo y según vayan creciendo utilizaremos moscas de la fruta (drosophila melanogaster y hidey). Es importante una alimentación diaria y enriquecida con vitaminas para evitar malformaciones y enanismos.

Cuando éstas alcancen un tamaño de 3 cm podremos reubicarlas en recipientes más grandes o definitivos; donde acabaran de formarse hasta ser adultas (un terrario de 50 x 40 x 40 acogerá a un máximo de 4 ranas juveniles). En estos terrarios definitivos la iluminación puede ser con  fluorescentes t5 o led. El autor no ha experimentado con luz ubv pero otros criadores sí lo han hecho; obteniendo resultados también satisfactorios.

Cría de T. azureus completamente formada..

En conclusión, la tenencia y cría de Dendrobates tinctorius es un proceso laborioso. Los buenos resultados requieren de tiempo y dedicación. Pese a ello, la reproducción de esta especie tan carismática es una experiencia muy enriquecedora y que seguro disfrutareis mucho.