Fue un error poner al frente de una Dirección General de Derechos de los Animales a una persona con estudios reglados en bellas artes y que antepone creencias animalistas al conocimiento científico y técnico.
Fue un error que el bienestar de los animales recayera en el Ministerio de Asuntos Sociales, cuando la sanidad animal es competencia atribuida al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
Fue un error que la redacción de un Anteproyecto de Ley de Bienestar Animal tan solo contase con la participación de entidades de protección animal, cuando existen otros ámbitos tanto o más capacitados y otros sectores afectados.
Fue un error invalidar tratados internaciones que velan por que el comercio internacional de especímenes de animales y plantas silvestres no constituya una amenaza para la supervivencia de las especies.
Fue un error tramitar un Anteproyecto Ley de Bienestar Animal mediante un procedimiento de urgencia, cuando (por su complejidad) merecía haberse resuelto en los plazos ordinarios.
Fue un error llevar a cabo la comisión de expertos una vez finalizado el plazo de enmiendas, cuando su conocimiento y experiencia podrían haber mejorado el texto legal.
Fue un error que los artífices de este Anteproyecto de ley desoyeran peticiones y advertencias de profesionales especialmente capacitados en el ámbito del comportamiento animal, la biología animal y la sanidad animal.
Y fue un error que grupos parlamentarios apoyasen con tantos matices a uno de los proyectos de ley más polémicos y rechazados de la historia.
Demasiados errores que pondrán contra las cuerdas a veterinarios y a conservadores de fauna, que darán lugar al intrusismo, al mercado ilícito de especies y al abandono de animales, que dejarán en un limbo legal a millones de especies exóticas y sin puesto de trabajo a miles de españoles.
Todos deseamos una mejor protección de los animales, pero no a base de errores, sino a través del consenso y el conocimiento de causa. El bienestar de los animales no se consigue queriéndoles mucho sino queriéndoles bien.