El género Sphaerodactylus pertenece a la familia de los gecónidos (Gekkonidae) y a la subfamilia Sphaerodactylidae (geckos con dedos redondos), este género es el que contiene más especies y subespecies de geckos del mundo.

Su distribución se halla sobre todo en el archipiélago de las Islas Antillas y la parte continental de América central hasta la costa este de Brasil. Los Sphaerodactylus son los lagartos conocidos de menor tamaño, los hay que no llegan a los 3 cm aunque según la especie pueden alcanzar hasta los 8 cm.

Una peculiaridad de este género es la capacidad de movimiento independiente de sus ojos, igual que ocurre en camaleones u otros reptiles. Sus pupilas redondas nos desvelan sus hábitos diurnos, aunque en las horas centrales del día suelen esconderse de los rayos directos del sol y muestran su mayor actividad en las primeras y últimas horas del día.

Sphaerodactylus sp son de hábitos diurnos

En cuanto a la coloración, es donde encontramos más variabilidad según la especie, en la mayoría de ellas existe un dimorfismo sexual tan marcado que cada sexo parece ser de una especie totalmente distinta, aunque en otras no hay diferencias visuales y el sexado dependerá de la existencia de poros femorales en los machos, ya que los abultamientos de los hemipenes suelen ser leves y no servirán como señal fehaciente del sexo. En algunas especies las hembras presentan ocelos blancos en la parte inferior de la cabeza por lo que resulta fácil diferenciarlas de los machos.

El patrón de coloración de las crías varía según la especie y atiende a dos posibilidades, la más común es adoptar la misma coloración que las hembras de su especie para al cabo de unos meses cambiar a la coloración del sexo opuesto, en el caso de tratarse de un ejemplar macho. La otra opción es adoptar una coloración totalmente distinta a la de los ejemplares adultos.

La reproducción puede tener lugar durante todo el año, pero algunas hembras dejan de poner huevos durante los meses de invierno. Las hembras depositan un único huevo de cáscara dura que suelen situar en la zona más húmeda del terrario; en pequeños huecos, escondido en grietas, agujeros o bajo troncos y piedras. Suelen repetir lugar de puesta por lo que es común encontrar varios huevos en el mismo sitio.

En cuanto a su mantenimiento es importante seguir una regla de oro, solo se debe ubicar una pareja adulta por terrario, tanto machos como hembras son territoriales y no toleran la presencia de otros ejemplares adultos del mismo sexo.

La temperatura y humedad requeridas varían según la especie. Todas ellas toleran bien una humedad alta aunque conviene disponer de una parte más seca en el terrario. Por regla general un 70% de humedad es adecuada para la mayoría de especies del género así como temperaturas entre los 28 y los 22 grados centígrados.

La decoración del terrario debe proporcionar suficientes escondites para su descanso y bienestar, además de elementos naturales como ramas, corchos y raíces que les permitan trepar y acceder a la parte superior del terrario. En libertad suelen encontrarse en el suelo, aunque han sido observados en ramas de árboles de hasta dos metros de altura.

La iluminación del terrario debe ser de tipo UVB (de baja radiación), para ofrecer un fotoperiodo de 12 horas de luz en verano y 10h en invierno (agradecen disponer de una zona oscura).

Su alimentación es estrictamente insectívora, tienen un gran instinto depredador lanzando un ataque rápido y preciso hacia sus presas y pese a que pueden ingerir insectos proporcionalmente grandes a su tamaño digieren mejor los de menor tamaño. Conviene espolvorear sobre sus presas (de forma periódica) vitaminas y calcio, en nuestro caso ofrecemos un aporte de calcio extra mediante hueso de sepia triturado.

Las crías pueden convivir durante un tiempo con adultos (sin ser devoradas), por lo que no es estrictamente necesario proteger los huevos y pueden ser incubados en el propio terrario. Los ejemplares juveniles antes de los tres meses de edad deben ser separados para evitar que sean atacados por los adultos.

A continuación mencionaremos los aspectos más relevantes sobre algunas de las especies que más nos han llamado la atención y que hemos mantenido y criado.

Sphaerodactylus difficilis diolenius

Su distribución comprende el centro, sur y este de la República Dominicana y alcanzan una longitud máxima de 6 cm.

Los ejemplares adultos presentan dimorfismo sexual, los machos disponen de un patrón punteado y las hembras un patrón a líneas, ambos sexos pueden presentar ocelos entre la cabeza y el dorso. Otro rasgo diferencial es la intensa coloración naranja de la cabeza y papada del macho. Las crías nacen con el patrón típico de las hembras hasta alcanzar su madurez sexual.

Los machos disponen de un patrón punteado

Las medidas mínimas del terrario deben ser de 20 x 20 x 20 cm, la temperatura ideal en verano oscila entre 24 – 28˚ C de día y 22˚ C de noche. En invierno podemos ofrecerles una temperatura inferior de 24˚ C durante el día y 18˚ C de noche.

Las hembras pueden llegar a poner hasta 6 huevos al año, uno cada 5 semanas, que deben ser incubados a 27˚ C (de media eclosionan en unos 50 días). Las crías han de ser separadas antes de los 5 meses de edad y alcanzarán su madurez sexual a los 9 meses aproximadamente.

Sphaerodactylus elegans

Está presente en varias islas del archipiélago de las Islas Antillas (Cuba, Gonave, Cayemite, La Española y República Dominicana) y ha sido detectado como especie introducida en Florida. Su longitud máxima es de 7 cm.

En estado adulto no muestran dimorfismo sexual, salvo que los machos presentan poros femorales más marcados. Las crías exhiben un patrón fascinante, totalmente distinto al de los adultos durante los tres primeros meses. Nacen con una marcada coloración roja en la cola y un patrón de franjas negras sobre una base amarilla que irán perdiendo progresivamente.

Sphaerodactylus elegans adulto

Las medidas mínimas del terrario deben ser de 25 x 40 x 30 cm, la temperatura en verano ha de oscilar entre 24˚ – 28˚ C de día y 22˚ C de noche y en invierno bastará con 24˚ C durante el día y 18˚ C de noche.

Las hembras realizan puestas de un huevo cada 3 semanas. La incubación debe ser de 28˚ C y de media eclosionan en unos 85 días. Las crías adoptan la coloración de los adultos a los 5 meses y alcanzan la madurez sexual a los 11 meses aproximadamente.

Sphaerodactylus nigropunctatus intermedius

Es endémico de Cuba (en el macizo Alturas Habana – Matanzas) y dispone de una longitud máxima de 8 cm.

Los machos siguen un patrón punteado y muestran coloración naranja en la cabeza, las hembras presentan un patrón más lineal y tienen dos ocelos blancos entre la cabeza y el lomo. Las crías exhiben la coloración típica de las hembras hasta su madurez sexual.

Machos y hembras presentan diferentes patrones

Las medidas mínimas del terrario deben ser de 25 x 40 x 30 cm, con temperaturas que oscilen entre 26 – 28˚ C diurnos y 24˚ C de noche en verano. Durante el invierno deben descender a 24˚ C de día y 18˚ C de noche.

Las hembras realizan puestas de un huevo cada 3 semanas. La incubación será óptima a 27º C y de media eclosionan en unos 80 días.

Sphaerodactylus nigropunctatus ocujal

Es endémico de Cuba (Pilón y cercanías de la costa sureste) y alcanza una longitud máxima de 8 cm.

Los machos en su fase adulta carecen de franjas y tienen una coloración naranja (con puntos más oscuros) a lo largo de su cuerpo excepto en cabeza y cola. Las hembras presentan un patrón más lineal, a franjas negras y amarillas, con dobles o triples puntos blancos sobre las negras. Las crías nacen con el patrón típico de las hembras hasta su madurez sexual.

Macho adulto de Sphaerodactylus nigropunctatus

Las medidas mínimas del terrario deben ser de 25 x 40 x 30 cm, la temperatura ideal en verano ha de oscilar entre 26 – 28˚ C de día y 24˚ C de noche, siendo recomendable su descenso en invierno hasta alcanzar 24˚ diurnos y 18˚ C de noche.

Las hembras realizan puestas de un solo huevo cada 3 semanas. La incubación debe ser a 27˚ C y de media eclosionan en unos 80 días.

Sphaerodactylus torrei torrei

Especie Endémica de Cuba, sus poblaciones se encuentran desde Santiago de Cuba hasta el este de la playa Juraguá. Su longitud máxima es de 8 cm, se trata de la subespecie de mayor tamaño.

Los machos en su fase adulta presentan una espectacular coloración, con un cuerpo de tonalidades azules o grisáceas y cabeza y cola naranjas. Las hembras son completamente distintas y exhiben un patrón de franjas negras y amarillas que abarca todo su cuerpo. Las crías nacen con la apariencia típica de las hembras, que irá cambiando progresivamente a partir de los 10 meses hasta su madurez sexual.

Sphaerodactylus torrei torrei macho

Existe una diferencia clara entre las crías y hembras de Sphaerodactylus Torrei y Sphaerodactylus Nigropunctatus, las crías de S. torrei tienen dos bandas negras entre sus cuatro extremidades mientras que en S. nigropunctatus se pueden observar tres bien definidas.

Las medidas mínimas del terrario para S. torrei torrei deben ser de 25 x 50 x 30 cm. Cabe destacar que esta subespecie es la que requiere de mayor temperatura y humedad (cercana al 80%) de todas. Durante el verano la temperatura ideal es de 32˚ C de día y 24˚ C de noche, mientras que en invierno han de ser inferiores, 26˚ C de día y 18˚ C de noche.

Las hembras realizan puestas de un huevo cada 4 semanas (pueden poner hasta 4 huevos al año), su incubación será óptima a 27˚ C y de media eclosionan en unos 80 días.