Con poder y amedrentando a la sociedad. Así es como determinados grupos han conseguido instalar un listado positivo dentro de un anteproyecto de ley. Con poder, y no con influencia, ya que los anteriores forman parte del ejecutivo español. Y asustando a la sociedad, porque en sus argumentos han utilizado palabras como: Peligro (público) o riesgo (sanitario), para conseguir que sus intereses parecieran ser también los de toda una sociedad.

Hasta el momento han cumplido sus propósitos y al parecer también su calendario. Pero sus argumentos son frágiles. Los fatales desenlaces ocasionados por fauna exótica son anecdóticos e infrecuentes en nuestro país. Y los anteriores, contrastan con los de una fauna domestica (al margen del listado) que sí nos hace lamentar la pérdida de vidas humanas anualmente.

Que ese anteproyecto decayera sería una gran noticia. Para la terrariofilia y también para la supervivencia de reptiles y anfibios. Porque de terrariófilos dependen el 50 % de los mensajes  positivos que se comparten sobre los anteriores y porque su técnica e infraestructura han sido de utilidad para la ciencia; permitiéndole una eficiente conservación ex situ de especies.

Terrarios: Potentes medios de comunicación

Por el contrario, los principales medios de comunicación siguen describiendo encuentros con ofidios como acontecimientos dramáticos donde, al parecer, vidas humanas penden de un hilo. Y con recientes titulares como: ”Una serpiente agresiva en el centro de Palencia” o “Temor por el hallazgo de una serpiente de herradura” hacen un flaco favor a su conservación.

El mensaje negativo hacia reptiles y anfibios que, inconscientemente, trasladan los profesionales de la información y el consciente, y más pernicioso, de quienes dicen ser abanderados de los derechos de los animales necesitan oposición. Y ésta difícilmente puede ser ejercida, únicamente, por unos científicos que no disponen del tiempo y los recursos necesarios para ello.

La terrariofilia necesita cambios. Cierto. Pero incluso siendo imperfecta ha conseguido “persuadir” a muchos sobre las bondades de reptiles y anfibios, complementando, en ocasiones, el mensaje de biólogos y veterinarios. Y por ello merece un mejor trato y también continuar.

Su mensaje es positivo, un listado que la extinga NO lo es.